Estellencs, un pueblo acogedor
La apacible localidad de Estellencs se aferra a la costa oeste de Mallorca. A este pueblo también se llega por la sinuosa carretera de la costa MA-10, que conecta Andratx con Sóller. Y, lógicamente, viceversa. ¡Así viajes de sur a norte o de norte a sur, es un trayecto espectacular para todos aquellos que llevan la carretera en la sangre! Y para los espíritus románticos también. Baja las ventanillas y respira el aire del mar con aroma a pino. ¡Menuda mezcla! La cosa se pone realmente pintoresca cuando empieza a oscurecer. Y se aproxima la puesta de sol. Es una estampa que roza lo indescriptible. En pocas palabras: la MA-10 es una de las carreteras con encanto de Mallorca.
Inmobiliaria Mallorca – Estellencs
Ambiente de pueblo puro y duro
Y en un momento dado, llegas a Estellencs, un pueblo de libro de cuentos con 300 habitantes. El cierto modo, el tiempo se ha parado un poco. La iglesia de Sant Joan Baptista es del siglo XVII y la imponente torre defensiva de la edad media. Desde la terraza elevada del Restaurant Montimar, situado en la Plaça Constitució, en pleno centro, puedes apreciar las vistas de la iglesia mientras saboreas la cocina mallorquina.
Las mesas están en una pendiente sobre un terreno ligeramente inclinado y los camararos hacen todo lo posible por nivelarlas. Y más o menos lo consiguen. Eso es parte de la vida en un pueblo de montaña. El encanto de lo castizo. Mientras que el cochinillo al horno mallorquín, el paté de conejo o las berenjenas rellenas no se caigan del plato, no hay problema. Lógicamente, también te puedes pasar por el Bar Sa Tanca en el Carrer del Mar para tomarte un cortado, relacionarte con los lugareños e impregnarte del ambiente del pueblo en su máxima expresión.
Feria de vino y del queso en mayo
Por cierto, ese ambiente se respira de una forma particularmente intensa el uno de mayo, durante la Fira del Vi i del Formatge (feria del queso y del vino). Esta feria tradicional consiste principalmente en catas de queso y vino. Pero vete preparándote para sorprenderte con el resto de especialidades locales. Encontrarás mermeladas caseras, zumo de naranja recién exprimido y todo tipo de aceitunas. Y, lógicamente, no puede faltar el vino blanco malvasiá típico de Mallorca. Lo suyo es vivir aquí en una casa en propiedad…
Cueva para nadar con chiringuito
Estellencs también tiene sitios para disfrutar del baño en verano. No obstante, antes de zambullirte en sus aguas cristalinas, tienes que caminar unos dos kilómetros hasta la Cala Estellencs. ¡La caminata vale la pena desde el primer paso hasta el último! En cuanto llegues a la cueva pedregosa, no querrás irte de allí. Por lo menos, ese día. Y nadie te obliga a ello. En el chiringuito de playa, puedes tomar un aperitivo bajo un techo de cañizo, deleitarte con las vistas del muelle para botes y del mar y empaparte de este paisaje idílico digno de postal. Estellencs es sencillamente relajante. A uno se le olvida que es el estrés.