Inca: famosa por su calzado y mercados
Al ser una tierra de calzado, los zapateros de Inca consiguieron que Inca se convirtiese en la cuna del calzado en pleno corazón de Mallorca. La célebre marca de calzado Camper tiene su sede en esta localidad. Una empresa que en la actualidad comercializa su calzado de moda en más de 500 tiendas de diseño repartidas por todo el mundo, desde Nueva York hasta Ciudad de México, Berlín y París. Aunque marcas como Farrutx, Munper oLottusse también está radicadas en Inca.
Inmobiliaria Mallorca – Inca
Buen calzado a un precio razonable
Las tiendas outlet de venta de piel son una atracción para los que buscan chollos en calzado. Son unas tiendas prácticas y elegantes en las que también encontrarás bolsos, cinturones y chaquetas de piel. También se puede ir de compras al centro urbano de Inca, una zona peotanalizada y con poco tráfico. Las tiendas exhiben tentadore escaparates repletos de ropa para bebé, jóvenes y adultos, relojes, joyas, cosméticos y complementos. La veterana panadería Ca’n Delante, fundada en 1856, está situada en la calle Mayor. Aún conserva un nostálgico interior con la decoración original de la época y te ofrece todo tipo de dulces tentaciones como, por ejemplo, la típica ensaimada mallorquina con su inconfundible forma de caracol. Los residentes compran se pasan por le mercado cubierto, el Mercat d’Inca, para comprar frutas, verduras, pescado, carne, embutidos y pan o se dejan caer por el mercado semanal de los jueves. Las plazas verdes, los bares y los restaurantes invitan a tomarse un respiro.
Restaurante de estilo loft
Cabe destacar los establecimientos tradicionales como los cellers, unos bares de bodega autóctonos con una cocina sencilla. En Inca están bien representados con Can Amer, Sa Travessa, Can Ripoll o Can Marrón. En su día los cellers no solo fueron establecimientos que vendían bebidas alcohólicas. Allí el vino se producía en las bodegas abovedadas y se almacenaba a temperaturas constantes.
Si quieres degustar una cena mallorquina pero más refinada, tienes que ir al Restaurant Joan Marc. Y en Sa Fábrica (situada en una antigua fábrica de cuero) se puede degustar la tradición incaica. Un joven alemán mima a los comensales en un restaurante de estilo loft: moderno, casual, urbano. Un pedazito del mundo en Inca. Marcel Reß está detrás de los fogones. Marcel empezó a estar en boca de todo el mundo gracias al concurso televisivo de gran audiencia «Top Chef»: ¡llegó a la final y se convirtió en el mejor cocinero joven de España!
Carpaccio de mero
Hay mesas de madera sencillas sobre suelos de hormigón gris. Los pilares de soporte de un metro de altura y las estructuras visibles del techo transmiten un ambiente técnico. El enorme vestíbulo está estructurado con tabiques de aspecto oxidado. El interior es una explosión de luz gracias a los grandes ventanales. Por ejemplo, se pueden degustar platos de pechuga de pato con apio nabo, mantequilla de noisette y grosellas negras. O un carpaccio de mero con tomate asado y aceite de hierbas. O merluza con compota de calabaza y hierbabuena, una especia típica de Mallorca. Se mire por donde se mire, todo son platos regionales refinados e interpretados por todos de forma creativa.
Cuando Inca se pone patas arriba
¡Todos los meses de noviembre Inca se pone patas arriba! En este mes se celebra la feria de otoño Dijous Bo. El «jueves bueno» es una cita obligatoria para todos los mallorquines. Y los residentes extranjeros con viviendas en propiedad, así como muchos turistas, también participan en este espectáculo con decenas de puestos, música en directo y espectáculos de animales. Lo que originalmente empezó como una feria puramente agrícola, se ha convertido en un colorido y bullicioso mercado donde se puede encontrar todo tipo de productos. Cerca de 200.000 personas tienen una cita obligatoria todos los años, por lo menos antes de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, si te apetece echar un vistazo, tendrás que ir en tren. Porque encontrar sitio para aparcar es prácticamente imposible.