Portixol, un ambiente rural y urbano al mismo tiempo
En Portixol, el antiguo barrio de pescadores de Palma, confluyen la Mallorca clásica y la moderna. Portixol es un lugar rural y urbano al mismo tiempo. Donde hace unos años se escondían casas anodinas detrás de la orilla con revoques desvencijados, ahora se alzan majestuosos edificios renovados con grandes fachadas de cristal. Desde que el Portixol se ha convertido en unbarrio de culto, los precios de la vivienda se han disparado. ¡Es un sitio encantador!
Situado en pleno paseo marítimo, este barrio de la capital mallorquina está a solo media hora a pie del centro de la ciudad. Hay dos puertos si se tiene en cuenta el pequeño puerto de El Molinar. Además, está bien conectado por autopista y autobús con horarios fijos en dirección a Palma, por ejemplo.
Inmobiliaria Mallorca – Portixol
Desde pubs portuarios a cibercafés
Arquitectos, diseñadores y gente adinerada se han instalado en este barrio. Y la gente no vive solo en casas de aspecto minimalista en primera línea de mar. La gente también trabaja en elegantes lofts, como el que que se creó en una antigua fábrica de patines acuáticos con techos altos, mucho hormigón a la vista y una buena dosis de arte en las paredes. Además de los pubs del puerto, que sirven sopa de pan casera mallorquina, las cafeterías de moda ofrecen dulces y comida ecológica, así como wifi gratis para que la clientela se conecte tranquilamente a Internet. También en las terrazas al aire libre.
La miniplaya confluye con el paseo marítimo
En cualquier caso, Portixol está repleto de sitios donde salir a comer. El club de playa Assaona, con sus palmeras y tumbonas, está directamente en la playa. Te puedes tomar una copa los pies en la arena y contemplar la tan lejana como cercana Palma. En el otro extremo del circuito portuario puedes disfrutar de una comida a orillas del mar en el Hotel Portixol, un antiguo hostal que ha sido renovado con estilo por sus propietarios suecos. Lo adquirieron con un espíritu visionario en 1999 cuando Portixol aún no estaba de moda.
Lógicamente, también podrás tomar el sol en la miniplaya que hay a la vuelta de la esquina, aunque nunca estarás solo. El paseo marítimo del Portixol discurre justo a lo largo del barrio, lo que ejerce una mágica atracción sobre los habitantes del lugar.
Correr, montar en bicicleta, patinar, caminar
De todos modos, parece ser que después del trabajo y durante el fin de semana media Palma se va al Portixol. La gente pasea, conversa y se mantiene en forma. A toda pastilla Pasan ciclistas con trajes de colores brillantes. Los patinadores en línea patinan con elegancia por sus carriles. Los paseantes disfrutan de la brisa, se sientan de vez en cuando en cualquiera de los numerosos bancos, con la mirada perdida en el horizonte de un mar maravillosamente azul… Y siguen hasta que las ganas y el tiempo se lo permiten, hasta llegar, quizás, hasta Ciutat Jardí.
Los más tranquilos se quedan más rato sentados
Y en un momento dado aparecerán los deportistas. Los sibaritas llevan un buen rato tiempo sentados en uno de los restaurantes, degustando, quizás, una paella en la Ola del Mar, o han cogido sitio en el sencillísimo Es Vaixell o en el Yam, o se están tomando un espumoso Prosecco al lado, en el bar del mismo nombre. Y así sucesivamente, de bar en bar, de restaurante en restaurante en el barrio de moda del Portixol.